Si algo alojan nuestros cuerpos son afectos: ira, repulsión, miedo, repentinas y fugaces alegrías. Morada de nuestras emociones más inmediatas,...
Artículo Al Azar
Coronavirus
No asistimos a una catástrofe del orden de la naturaleza sino del orden social. El estallido de la pandemia y...
El duelo nos iguala como sujetos. Sin embargo, las desigualdades en los procesos de salud-enfermedad-atención-cuidados nos posiciona de maneras muy...
Estamos viviendo un tiempo inédito en nuestras vidas, nadie puede dudarlo. La llegada del COVID-19 ha transformado radicalmente nuestro modo de vida exigiéndonos conductas y modos de encarar la realidad de una forma totalmente ajena a nuestras experiencias previas. Nunca habíamos sido interpelados de esta manera.
La irrupción en los últimos años en el espacio público de empresas dedicadas a la prestación de servicios por medio de trabajadores/as conectados/as a una aplicación es un fenómeno que atraviesa países y actividades económicas, en un contexto de crisis globalizada, elevados niveles de desempleo y precarización laboral, capital financiarizado, concentración económica y neoliberalismo.
La del COVID-19 es una crisis previsible, muy importante, pero previsible, de una época que comenzó hace ya tiempo. La fase de la globalización digital de la era eléctrica, que empezó allá por las dos últimas décadas del siglo XIX.