Convocado a reflexionar a partir de la consigna vulnerabilidad infantil y políticas públicas en la actualidad, no puedo evitar pensar en aquellos cuyos días como niños transcurren en un perpetuo deambular por el sistema penal o, como muchos a los que conocí, encuentran la muerte en los espacios institucionales donde deberían ser cuidados o en manos de las fuerzas de seguridad como consecuencia del nunca erradicado “gatillo fácil”