Ramiro Marra. De influencer de las finanzas a candidato de Milei

Nosotros, los inversores o ahorristas argentinos, somos un punto fundamental para sacar el país adelante”. Con esas palabras, Ramiro Marra les comunicaba a los más de 180 mil seguidores de su canal de Youtube dedicado a las finanzas personales su decisión de convertirse en el primer precandidato a legislador por la Ciudad de Buenos Aires en la lista “La libertad avanza”, encabezada por el referente libertario Javier Milei, para dar “la batalla electoral”.  

Marra conoció a Milei hace 15 años, cuando cursaba la licenciatura en Mercado de capitales en la Universidad del Salvador. No era su profesor, pero recuerda que se cambiaba de aula para escuchar las clases de Microeconomía dictadas por Milei, por sugerencia de sus fascinados compañeros. Aunque siempre próximo a perspectivas económicas liberales desde su formación en las Universidades del Salvador y luego de San Andrés y Di Tella, la incorporación de Marra al mundo liberal libertario se produjo recién en el contexto de la pandemia, cuando, como señalan Martín Vicente y Ezequiel Saferstein, las discursividades más inflamadas de las derechas parecen haber ganado lugar, especialmente entre los jóvenes. Sus intervenciones públicas (en videos, entrevistas o columnas de opinión en diarios) muestran una radicalización desde posiciones anticuarentena, críticas de las medidas económicas y sanitarias del gobierno de Alberto Fernández, hacia otras antisistema. El diagnóstico de Marra y los libertarios, compartido también con otros sectores de las derechas locales, es que el sistema político (y acaso la sociedad argentina) están “corridos hacia la izquierda” y que ser libertario hoy se convierte entonces un gesto contracultural de rebeldía –tal como analiza en su libro Pablo Stefanoni. 

Marra se afilió al Partido Libertario en mayo de 2021, cuando los coqueteos entre Javier Milei y referentes de los “halcones” PRO, como Patricia Bullrich, llegaban a su fin. Bajo la consigna “Ellos contra nosotros”, en su reciente lanzamiento de campaña en Plaza Holanda, Milei y Marra afirmaron, con el sello de ese estilo a todo volumen, que “hay que sacar a patadas” a toda la “casta política”, sea el gobierno o la “falsa oposición”. Pero a diferencia Milei –quien hasta hace poco tiempo prefería mantenerse en el plano de la “batalla cultural” sin entrar al mundo de la política que tanto desprecia–, esta postulación no es la primera experiencia en la política partidaria de Ramiro Marra. En 2019, fue primer candidato a senador en la lista de Roberto Lavagna, a quien llamaba “el político con mejor imagen de la Argentina”, crítico tanto de los representantes de Juntos por el Cambio como del Frente de Todos. Marra sostiene que la de aquel tiempo era otra Argentina, pero no ahorra elogios para Lavagna. Y aunque con un trayecto y perfil propios, reconoce que Milei logró dos cosas importantes: que el liberalismo haya vuelto a estar “en boca de todos” y que haya perdido, sobre todo entre los jóvenes, “la carga despectiva” que le daba el prefijo neo.

Educación financiera por Youtube

Marra conformó, en cuatro años, la “comunidad financiera” más grande del país. A sus 38 años, tiene un canal de Youtube de 180 mil seguidores, una cuenta de Twitter donde lo siguen más de 60 mil personas (seguidores que duplicó en el último año) y otra de Instagram con más de 300 mil. Hace también un videopodcast llamado “Hablemos de guita”, que va por su segunda temporada y por el que pasaron muchos nombres del mercado financiero. Publicó dos libros: Hablemos de guita (publicado por Planeta, que se convirtió en el libro de finanzas más vendido del 2020) y Hacen falta huevos (sic), autoeditado y de libre descarga, publicado en 2021. Hizo columnas económicas en noticieros televisivos y, el pasado verano, tuvo su propio show de stand up en calle Corrientes: “El show de la guita”. A través de esas redes, videos y espacios, Marra enseña “a invertir y a multiplicar tus ahorros”, con la intención, dice, de “impulsar la democratización de las finanzas”. 

No uso traje y corbata, no creo que invertir en Bolsa sea para eruditos con muchos títulos, al revés, creo que todos tenemos derecho a tener la educación financiera necesaria para poder mejorar nuestra propia vida y la de los demás”. De los tres pilares que llama “DET” (difusión, educación y tecnología), considera que la Argentina está especialmente rezagada en la educación sobre las finanzas. El mejor ejemplo, piensa, es la relación entre los argentinos y el dólar: crisis del peso, sí, pero también falta de educación financiera de la población. “Si te enseñan que lo que tenés que hacer es comprar dólares, queda el mito de que los únicos que ganan son los que compran dólares”. Jóvenes como Marra entienden que ahorrar en dólares o en “ladrillos” son opciones económicamente conservadoras frente a las oportunidades que brindan las inversiones financieras –y que ofrece gestionar desde la plataforma de trading online familiar: Bull Market Brokers. 

La educación financiera es un fenómeno que viene creciendo con mucha fuerza en las últimas dos décadas, impulsada desde organismos internacionales como el Banco Mundial o la OCDE. Los programas de instituciones financieras, organizaciones de la sociedad civil y también las políticas públicas que promueven acciones pedagógicas para difundir conocimientos y prácticas financieras, cuyo destinatario son los individuos (y no las empresas), se han multiplicado en América Latina en general y en Argentina en particular. En ese marco, muchos economistas, analistas de mercado o periodistas económicos se volcaron al ejercicio de una pedagogía financiera y a la difusión de recomendaciones prácticas sobre el manejo de las finanzas personales. Pero si hasta hace pocos años estos profesionales de la economía recurrían a libros (muchos de los cuales se convirtieron en best sellers) o a columnas editoriales para brindar sus consejos financieros o tips sobre inversiones, Marra se apoyó, en cambio, en las plataformas digitales y sus recursos audiovisuales. Inspirado por los youtubers que seguían sus sobrinos, lo hizo con un claro destinatario de sus videos y mensajes: los jóvenes. Según las estadísticas de Youtube, cerca del 80% de sus seguidores tienen menos de 35 años y la abrumadora mayoría son varones. 

El éxito de Marra se vincula a cambios en curso que van más allá del evidente protagonismo que plataformas como Youtube o Twitter tienen en la sociabilidad y politicidad de los jóvenes. Me refiero a la creciente incorporación de los jóvenes al mercado bursátil y financiero a través de la expansión local de las Fintech, en particular con las plataformas online de inversión y las billeteras virtuales para operar criptomonedas. Estos procesos se aceleraron fuertemente con la pandemia: además de que se digitalizaron masivamente los pagos frente a la desaparición física del dinero de las calles por las medidas sanitarias, hubo un crecimiento récord del trading online tanto en cantidad y volumen de operaciones, como de nuevos clientes. Según lo expuesto por las principales plataformas de inversión del país en un encuentro organizado por la Cámara Argentina de Fintech, el crecimiento de clientes entre 2019 y 2020 superó en algunos casos el 2000%. En el caso de las criptomonedas, según datos difundidos por el director para América Latina de Binance, una de las plataformas de activos digitales más importantes a nivel global que llegó al país el año pasado, la cantidad de usuarios para invertir en criptomonedas se ha multiplicado por diez desde el 2020. Una parte importante del crecimiento exponencial de estas plataformas y apps lo explican los jóvenes menores a 25 años, que son también el público liberal libertario por excelencia.

Jóvenes, inversores y libertarios constituyen el núcleo de –no tan nuevas– relaciones entre política y finanzas.

Daniel Fridman muestra en su investigación sobre la autoayuda financiera cómo la noción de libertad, y no solo el aprender a ganar dinero, está en el centro de la transformación subjetiva que se propone a través del aprendizaje sobre las cuentas personales. Y aunque autoayuda y educación financiera no son lo mismo, la idea de libertad como horizonte del aprendizaje sobre las finanzas y los mercados permite entender mejor la porosidad con el discurso y los ideales de los jóvenes libertarios, que dicen querer ser libres de todas las instituciones colectivas. 

De la Bolsa a las Fintech

Pero Ramiro Marra es, antes que un conocido youtuber, el integrante de una red familiar de firmas financieras, encabezada por la sociedad de Bolsa Bull Market Brokers, que hoy dirige junto a su padre y tres hermanos, operando en Argentina y Estados Unidos.

El fundador es su padre Daniel Marra, un contador público devenido en trader y practicante de la meditación, que comenzó a operar en Bolsa en los años 60, cuando las ruedas operaban con voceo y las transacciones se escribían con tiza en las pizarras. A comienzos de los años 90 armó su primer fondo, Bull Market, gracias a los clientes PyMEs a los que les llevaba las cuentas en su estudio, pero que debía operar a través de otros brokers. Hasta que, en el año 2000, tras la compra de una acción en el MerVal, se convertiría en la sociedad Bull Market Brokers. 

Era un año de importantes cambios en el mercado financiero, más allá de la tormenta que se avecinaba. Por un lado, el año 2000, siguiendo la tendencia de los mercados globales, sería el año de la informatización bursátil local. Ya no se requería de la presencia de los agentes de Bolsa en el recinto, porque el mercado ahora estaba en la pantalla y las transacciones podían concretarse desde computadoras ubicadas en cualquier lugar. Por otro lado, el Banco Santander había anunciado a comienzos del año 2000 la millonaria compra de Patagon, el primer broker online en América Latina, que había sido creado unos años antes por el joven argentino Wenceslao Casares y donde trabajaba Carlos Maslatón (una historia que, al poco tiempo, terminaría en el fracaso de Patagon y en un juicio laboral que llevaría a Maslatón a un piso en el Kavanagh). El nacimiento de la sociedad familiar en los años de auge de las puntocom y, dice Marra padre, la influencia de sus hijos que se declaran fanáticos de la tecnología, le hicieron aceptar lo que otros bolseros por entonces resistían: que la tecnología digital se asomaba como el destino de las finanzas y que Bull Market debía lograr convertirse en una plataforma de inversiones. 

En el 2005 Bull Market Brokers ya contaba con una plataforma online, pero no superaba las 100 órdenes diarias. La plena digitalización se produjo en los últimos cinco años, período en el que se consolidó el conjunto del sistema Fintech a nivel local (liderado por las plataformas de pagos y de créditos) e impulsado por una serie de cambios regulatorios del gobierno de Macri. Hoy superan el millón de clientes y los varios millones de operaciones anuales. A partir de la habilitación de las aperturas de cuentas online (con una selfie desde el celular) y sin exigir mínimo de inversión, los Marra buscaron captar a jóvenes con poca o nula experiencia bursátil, que son hoy la mayor parte de sus clientes. “Inclusión financiera”, afirman los Marra, implica más que abrir cuentas: crear nuevos sujetos inversores. En ese período, crearon otros dos portales financieros digitales asociados: FondosOnline.com (al que gustan denominar como “un supermercado online de fondos comunes de inversión”) y Bull Exchange (la primera agencia de cambio online del país). Compraron además el dominio Dólar Hoy (el sitio online más consultado para conocer las variaciones cotidianas en las cotizaciones del dólar) y manejan Bull Training, una academia de educación financiera que dicta cursos gratuitos y arancelados para aprender a invertir. Actualmente, se encuentran desarrollando su propia tarjeta de débito que, a diferencia de las tradicionales, se vincularía a las cuentas comitentes (de inversión) de sus clientes. Los Marra tienen su propia versión de la línea de producción financiera o, para decirlo de otro modo, están de todos los lados del mostrador. 

La historia de la familia Marra es entonces parte de la reciente expansión de los servicios financieros digitales y de su penetración en la vida de millones de personas y hogares, con la legitimidad que parecen garantizar las banderas de la educación e inclusión financieras (haciéndonos olvidar las condiciones sociales en las que esa incorporación tiene lugar, que muchas veces reproduce, más que mitiga, las desigualdades ya existentes).

Si Marra puede definirse a sí mismo como un outsider es solo porque parece ejercer esa forma tan singular de transgresión que se produce, no contradiciendo, sino reafirmando de un modo hiperbólico un conjunto de convicciones y sentimientos existentes en nuestro medio social. Siguiendo el análisis de María Esperanza Casullo sobre el voto libertario, el discurso de Marra tiene más de hipersistema (de mercado) que de antisistema: “Te salva el Mercado, no el Estado”.

María Soledad Sánchez

Socióloga y doctora en Ciencias Sociales (UBA). Investigadora Asistente del CONICET en el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad de San Martín.