Encuesta: El 45% de los habitantes del AMBA piensa que Alberto Fernández debería apoyar a Evo Morales

La Carrera de Sociología, el Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales (COPES) y la Revista Espoiler realizaron un relevamiento en el Área Metropolitana de Buenos Aires sobre las opiniones y percepciones en relación a la crisis en Bolivia y Chile de acuerdo a la edad, nivel educativo y voto en las elecciones de Octubre. Se relevaron 1072 casos con el método IVR entre el 23 y 30 de noviembre.

Situaciones de diversos órdenes estremecieron el mapa político y social latinoamericano durante 2019. En efecto, a lo largo del año hubo sucesivas olas de protestas en diferentes países de la región que muestran el descontento popular frente a gobiernos cuyas políticas se alejan de las demandas populares. Sin embargo, conflictos como los de Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Colombia o Chile no parecen estar emparentadas con escenarios como los de Uruguay o Argentina, donde hubo un cambio de gobierno (y orientación política) dentro de los marcos institucionales. Esto resulta incomparable con la situación en Bolivia donde Evo Morales recibió la “sugerencia” de renunciar por parte de los mandos de las Fuerzas Armadas. 

Tanto por la cercanía histórica con Bolivia como por lo irregular de la situación en la que Evo fue desplazado de la presidencia, iniciando al mismo tiempo una fuerte represión policial y militar en las calles, este conflicto concitó una particular atención en Argentina, donde vive una importantísima comunidad boliviana. 

Periodistas de diversos medios enviados a cubrir los hechos fueron expulsados del país, generando un debate sobre si concretamente había ocurrido o no un golpe de Estado. 

También los sucesos en Chile tuvieron una vital trascendencia en nuestro país, pero probablemente por diversas razones. Chile ha sido mostrado como el modelo a seguir para la región, basado en una democracia estable, un proyecto económico sustentado en los principios liberales (sistemas de salud, educación y pensiones privadas), y una sociedad que se la consideraba pacífica y adaptada a cierta forma de vida. Sin embargo, un hecho que se podría considerar “menor” (sobre todo para los estándares argentinos), como el alza del precio del pasaje del metro, dio inicio a una serie de protestas en los días 17 y 18 de octubre. A partir de allí, las barricadas se extenderían por todas partes: incendios en las estaciones del metro, edificios y enfrentamientos con los carabineros se transformaron en el paisaje habitual, que ni el llamado a un plebiscito para modificar la Constitución del país trasandino pudo apaciguar.

Compartimos el informe:

Conocimiento y evaluación sobre el conflicto

En primera medida se consultó sobre el conocimiento general sobre la situación de conflicto en la región. 

En efecto, gran parte de la ciudadanía tomó conocimiento sobre las situaciones en la región, en especial la chilena y la boliviana que prácticamente se superpusieron en el tiempo y que tuvieron un gran despliegue televisivo originando un debate en la sociedad al buscar puntos de coincidencias y diferencias con situaciones pasadas de nuestro país. 

Las personas más informadas de la situación fueron los segmentos de 30 a 49 años (88,9%) y de mayor nivel educativo. Como se observa en la tabla existe una brecha informativa entre quienes tienen los niveles más bajos educativos y los altos. 

Al igual que los demás países de la región, Argentina ha sido protagonista de importantes conflictos sociales y políticos en su historia reciente. Sin embargo, en esta oportunidad muchos sostienen que el país se encuentra en una relativa “paz social”, adjudicada entre otras razones a la realización de las elecciones presidenciales que habrían actuado como un amortiguador de las demandas y el malestar social imperante. En este sentido, casi seis de cada diez entrevistados consideraron que la Argentina se encuentra en una mejor situación institucional que el resto.   

Si se pudiera identificar la situación comparativa de la Argentina actual en relación con los demás países de la región en cuanto al continuo optimismo-pesimismo, se puede observar que los más jóvenes son los más optimistas. Las dos terceras partes de este colectivo observaron que el país está en mejor situación relativa, mientras que entre los mayores de 65 años casi el 10% considera que la Argentina está aun en peor situación que sus vecinos. 

En referencia al nivel educativo, se verifica una relación inversa: a medida que se sube en la escala aumenta el optimismo. Mientras que el 40% de quienes no terminaron el colegio secundario cree que la situación del país es similar a la de los países de la región, solo mantiene esa opinión el 18% de quienes cuentan con estudios universitarios completos. También se debe destacar que entre los hombres se observa en mayor proporción de optimismo que el país está en una mejor situación institucional que los vecinos de la región (65,5%). 

Consideraciones en torno a la situación en Chile

A diferencia del caso boliviano, la situación en Chile emerge como un modelo de protesta social, poco estructurado pero muy desafiante para el orden establecido. A partir de allí surgen interrogantes en torno a las miradas construidas de lo que se dio por llamar el “modelo chileno” frente a un conjunto de demandas extendidas en el tiempo y sorprendentes en relación con su intensidad. En este sentido, se consultó sobre las creencias acerca de la legitimidad y justicia de los reclamos. 

Si bien las respuestas fueron ampliamente favorables en relación con la justicia de los reclamos, curiosamente los jóvenes de 16 a 29 años consideran que los reclamos no son necesariamente justos (23,5%), así como quienes tienen menos nivel educativo (25,2% entre quienes tienen hasta primaria). También se observan diferencias significativas según el voto realizado en las elecciones generales presidenciales. 

La mayoría de los votantes de Fernández, así como los de Lavagna y Del Caño consideran que los reclamos son justos, mientras que la tercera parte de los votantes de Macri consideran que no lo son. 

En referencia a Chile en forma habitual en medios y en el ámbito académico se han explicitado las ventajas de su modelo económico para “exportarlo” a otros países de la región. Por ello se ha consultado si se considera que este modelo sería apropiado para la Argentina. Seis de cada diez argentinos creen que no. 

El 30% de los hombres consideran que el modelo chileno sería apropiado para la Argentina, contra el 17,2% de las mujeres,. También los más jóvenes opinan de igual forma (37,7% entre los 16 a 29 años y 21,6% entre los 30 a 49). No existe una tendencia clara por nivel educativo; sí, en cambio, se observan diferencias según el voto en las elecciones presidenciales de Argentina de 2019.

La gran mayoría de los votantes de Fernández rechazan la posible aplicación del modelo chileno en Argentina, mientras que un poco más de la tercera parte de los votantes de Macri sí lo consideran apropiado. 

Consideraciones en torno a la situación de Bolivia

Una de las discusiones que se suscitaron en Bolivia tras a la renuncia de Evo Morales como consecuencia del autoacuartelamiento de la policía y la “sugerencia” de dimisión por parte la cúpula de las Fuerzas Armadas fue cómo caracterizar la irregular situación. Se debe recordar que el 20 de octubre de 2019 se llevaron adelante las elecciones generales presidenciales y que fueran denunciadas como fraudulentas por la oposición y sobre las cuales existieron cuestionamientos y una recomendación de reiteración de los comicios por parte de los auditores de la Organización de los Estados Americanos, recomendación aceptada por Evo Morales antes de su renuncia. 

Frente a esta complejidad y el debate extendido en medios de comunicación, redes sociales y ámbitos políticos, se consultó en la encuesta cómo se consideraba más apropiada la situación actual del Estado Plurinacional de Bolivia. Poco menos de la mitad lo consideró como un golpe de Estado.

La votación en las elecciones presidenciales de Argentina, llevadas a cabo el 27 de octubre de 2019, funciona como un clivaje importante de la perspectiva ciudadana sobre lo ocurrido en Bolivia. Mientras que las dos terceras partes de los votantes de Alberto Fernández consideran que hubo un golpe de Estado, una proporción similar de los votantes de Macri cree que la situación se define por fraude electoral y crisis institucional, mientras que quienes eligieron a Roberto Lavagna se decantan en forma muy similar por ambas opciones. 

Frente a una situación irregular como la de Bolivia se consultó sobre qué debería hacer el nuevo gobierno argentino presidido por Alberto Fernández: si apoyar al renunciado de Evo Morales, bajo la idea de que fue expulsado en forma anormal bajo un formato de golpe de Estado (aunque el nuevo gobierno no haya quedado en manos de las Fuerzas Armadas); si reconocer al nuevo gobierno bajo un formato de pragmatismo; o no realizar ninguna intervención. La primera opción, es decir, apoyar a Evo Morales, lidera las respuestas, casi a trece puntos de la siguiente opción, que es el reconocimiento a Jeanine Áñez. 

En primera medida, se debe considerar que la opinión sobre qué debería hacer el gobierno argentino se concatena con la percepción de lo ocurrido en el país vecino. La gran mayoría de entre quienes evalúan que allí ocurrió un golpe de Estado cree que el nuevo gobierno debería acudir en ayuda de Evo Morales, mientras que la mayoría de quienes sostienen la idea de fraude cree que se debe reconocer al nuevo gobierno. 

En este sentido, también puede leerse la discusión sobre si Argentina debería ofrecer o no asilo político a Evo Morales y que fuera ofrecido oportunamente por Alberto Fernández. Como se detalla, la posible propuesta de asilo divide casi en partes iguales a los argentinos. 

También la caracterización de la situación política es clave para entender la opinión sobre un posible futuro asilo político a Evo Morales. 

En efecto, casi el 83% de los que sostienen que fue un golpe de Estado piensa que se debería ofrecer asilo a Evo Morales, mientras que por el contrario casi el 85% de quienes creen que la situación se originó en el fraude y la crisis institucional sostiene que no habría que ofrecerlo. 

Crisis en Bolivia y Chile y su posible expansión a la Argentina

Dos preguntas finales se refieren a la posibilidad de que sucedan los hechos que pasaron tanto en Bolivia como en Chile. En ambos casos las respuestas resultantes son mayoritariamente negativas. 

Sin embargo, no pueden minimizarse las respuestas de ese tercio que considera probable que acontecimientos ocurridos en los países vecinos se repliquen en Argentina. Son notables las diferencias observadas según las edades de los entrevistados. 

En ambos casos los más jóvenes consideran más probables que las situaciones de Bolivia y Chile se contagien a la Argentina. No obstante, quienes tienen entre 16 y 29 años se dividen en mitades para observar la posibilidad de que la situación de Chile, más social que política, aparezca en Argentina. 

Para la posible reproducción del caso de Chile en Argentina también tiene importancia el voto, ya que los votantes de Del Caño y Espert ven con mayor probabilidad esta posibilidad que los votantes de fuerzas mayoritarias como Frente de Todos o Juntos por el Cambio. 

Ficha técnica

Los resultados de este informe surgen de la encuesta realizada entre los días 23 y 30 de noviembre de 2019 en el Área Metropolitana de Buenos Aires, sobre una muestra de 1072 casos, mediante un cuestionario aplicado en forma telefónica por el sistema Interactiva Voice Response (IVR). El error muestral para una confianza del 95% en la situación más desfavorable donde p=q=0,50 es +/-3%.

Carlos De Angelis

Sociólogo. Director del COPES (Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales) y profesor en la Carrera de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.