El concepto de aldea global no sirve para pensar la crisis boliviana y la crisis de tantos otros lugares; sino que la crisis boliviana y la de tantos otros lugares sirven para pensar la dinámica de la aldea global.
Mes: noviembre 2019
“Cambiar está bueno” y “Lacalle Pou es Macri” son consignas que se leen por Montevideo. El 27 de octubre, mientras en la Argentina se festejaba el triunfo de la fórmula Fernández-Fernández, en Uruguay se oficializaba la segunda vuelta. Esta elección es particular en varios aspectos que intentaremos desarrollar en este artículo.
Entrevista a Raanan Rein, vicepresidente de la Universidad de Tel Aviv, historiador israelí, a cargo de la cátedra Elías Sourasky de historia española y latinoamericana. Es miembro en Israel de la Academia Nacional de la Historia de la República Argentina y fue presidente de la Latin American Jewish Studies Association. El gobierno argentino le ha concedido el título de Comendador de la Orden del Libertador San Martín por su aporte a la cultura argentina.
Lo que se desencadena hace más de tres semanas en Chile, gatillado por el alza del boleto del subte y las acciones directas de evasión que venían desarrollando los estudiantes secundarios en días previos, no es una revuelta inesperada.
El golpe de Estado que se ha gestado en Bolivia y que ha tenido convulsionado por más de tres semanas al país ha ido configurando escenarios en lo que lo impensable está aconteciendo a partir de movilizaciones de las estructuras comunitarias que buscan la restitución del orden constitucional, la dignidad, la democracia de los pueblos, la conquista de los derechos colectivos y la esperanza de la libertad y del Vivir Bien y con dignidad.
Nuestra época, posterior a la crisis del 2008, es la del neocolonialismo imperialista. Las cadenas de formación de valor se desglosan, tercerizan y globalizan mientras la producción capitalista -manteniendo el control de las empresas y estados centrales- se relocaliza en sus unidades productivas desplazándose y amplificándose hacia el Sur Global. Se intensifica la superexplotación de la fuerza de trabajo (mayormente feminizada y precarizada).