Un fantasma recorre Europa: el fantasma de la posverdad anticomunista

Patricio A. Brodsky

Dos meses antes del 30º aniversario del derrumbe del Muro de Berlín y con motivo del 80 aniversario de la derrota del nazismo el Parlamento Europeo acaba de aprobar una Resolución del 19 de septiembre de 2019 llamada “Resolución del Parlamento Europeo sobre la Memoria Histórica europea de los crímenes del estalinismo y del nazismo (2019/2819-RSP) repleta de tergiversaciones en una acción en sintonía con lo que hoy llamamos “posverdad”.  

Sabemos que no existe una única Memoria Histórica, sino que existen diversas memorias colectivas que se hallan sumidas en una disputa por la hegemonía política en una lucha intermemorial por darle sentido a los hechos e imponer una mirada a otra, ergo cada memoria colectiva responde a un programa político.

Elizabeth Jelin nos dirá que la memoria colectiva condensa en sí tres momentos: “La memoria condensa tres tiempos: el presente, que es el momento en el que recordamos o revivimos un pasado que se nos viene, aunque no lo queramos, la intencionalidad del futuro y generalmente, su asociación con algo que está ocurriendo en este momento”. Es evidente que la resolución del parlamento europeo respecto a la memoria colectiva no trata del pasado sino de reinterpretar ese pasado de acuerdo con la lucha política presente; se trata de la construcción de sentido de un sistema en crisis, un sistema que hace treinta años había dado por muerto a su antagonista decretando “el fin de la historia”, contra el único sistema capaz de desarticularlo, el comunismo.

En primer lugar, la resolución equipara a nazismo y comunismo recordando el Pacto Molotov-Ribbentropp de agosto de 1939, ignora el carácter de clase que tiene todo Estado y equipara a la dictadura del gran capital burgués con la dictadura del proletariado cuando lo único que tienen en común ambas es que son formas de dominación, de Estado.

Refiere al referido pacto ignorando por completo que un año antes las “democracias” aliadas, Gran Bretaña y Francia, en septiembre de 1938, firmaron la entrega de los Sudetes checos a los nazis en el llamado Pacto de Munich. También ignora que las potencias occidentales no hicieron absolutamente nada para frenar el avance del golpe de estado fascista en España, mientras el golpista Franco contó con el auxilio de la Italia Fascista y la Alemania Nazi, la República Española sólo contó con la ayuda material de la URSS y los Partidos Comunistas que armaron, financiaron, entrenaron y enviaron las Brigadas Internacionales conformadas por comunistas de todo el mundo para combatir al fascismo.

Ignora el inmenso costo que recayó en las espaldas del pueblo soviético y que gracias a su esfuerzo se derrotó al nazismo; esta vergonzosa resolución aprobada por el parlamento europeo (esta resolución no es otra cosa que el reflejo del avance político de la extrema derecha en Europa) ignora deliberadamente que la mitad de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial fueron ciudadanos soviéticos, que los nazis destruyeron por completo más de 17.000 ciudades, que los soviéticos junto a los partisanos (en su inmensa mayoría comunistas) fueron la única fuerza militar que resistió al nazismo en Europa prácticamente desde junio de 1941 a 1944; ya que los aliados sólo invadieron Europa cuando era evidente que el Ejército Rojo combatiendo en soledad hubiese ganado la guerra.

Enzo Traverso afirmaba sobre las conmemoraciones en Auschwitz en enero de 2005: “Hace 5 años, en el aniversario de la liberación del campo estaban Bush, Berlusconi, todos los poderosos de la tierra, responsables de la Guerra de Irak, de la tortura en Guantánamo; y se reunían en Auschwitz para conmemorar a las víctimas. Fue una manifestación hipermediatizada con un sentido político muy claro: estamos conmemorando a las víctimas del nazismo, entonces la guerra que estamos haciendo es humanitaria, es justa, ése era el mensaje político de esas conmemoraciones. Este es un ejemplo para decir cómo el recuerdo puede ser también instrumentalizado; podríamos dar otros ejemplos si hablamos de lo que se hace con la memoria del Holocausto en Israel». En esta cita Traverso muestra claramente cuál es la construcción de sentido, los estados de excepción europeos que hoy tienen campos de concentración para encerrar a los refugiados africanos y mezzo-orientales que buscan escapar de las situaciones provocadas por el propio imperialismo neoliberal-neocolonial y que han transformado al Mediterráneo en un virtual cementerio de agua, hoy sacan resoluciones condenando al comunismo para encubrir su responsabilidad en la perpetración de crímenes actuales.

Esa resolución de condena forma parte de la guerra de cuarta generación que implica el proceso de construcción de la “posverdad” (eufemismo para nombrar la construcción de una realidad alternativa a partir del falseamiento de los acontecimientos históricos).

La potencia de esta “posverdad” está dada por la capacidad que tiene el modo de producción capitalista de construir hegemonía a través de los aparatos ideológicos de Estado.

Ya lo dijeron Marx y Engels en La Ideología Alemana: “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época”.

La mayoría de la Unión Europea hoy se halla en manos de la socialdemocracia y de los partidos de derecha y ultraderecha, conforme a la nueva hegemonía postcomunista se intenta reconstruir la historia colocando a víctimas y victimarios en el mismo nivel y apropiándose del lugar de víctima ellos que son los perpetradores actuales de crímenes. El orden hegemónico mundial es el responsable de la perpetración de la mayor parte de los crímenes políticos de la posguerra, son ellos los responsables de los crímenes coloniales, de los miles de muertos en las guerras poscoloniales; son los responsables de haber diseñado las técnicas de tortura y de guerra de contrainsurgencia en la Guerra de Argelia que luego se aplicarían en el resto del mundo, incluyendo nuestro país: son los responsables de las guerras e invasiones neocoloniales para acabar con regímenes independientes (por ejemplo, la llamada “primavera árabe”); son responsables de haber transformado Europa en un gran campo de concentración para inmigrantes de países empobrecidos por sus saqueos coloniales, y de haber transformado al Mar Mediterráneo en una gran fosa común donde se ahogan (literalmente) decenas de miles de refugiados a los que se les niega refugio en Europa.

La derecha es hegemónica y está reescribiendo la historia. Son tiempos oscuros, negacionistas y de relatos hegemónicos construidos como verdades desde el discurso único, es la hegemonía de la posverdad.

Parafraseando a Fukuyama estamos asistiendo al “Fin de la Historia” y su reemplazo por un discurso político de poder hegemónico sostenido por la pura retórica.

Mientras demonizan al comunismo, 27.000 personas por día en el mundo mueren de hambre. En el año 2018 en el mundo 26 personas poseían el mismo volumen de riqueza que los 3.800.000.000 más pobres.

Patricio A. Brodsky

Sociólogo, ensayista y periodista.

Fotografías: Matías Scheinig (@mat.sche), comunicador social, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. La primera se encuentra en “East Side Gallery”. Es una obra de la artista Birgit Kinder titulada ‘Pruebe el resto’, que representa el icónico auto soviético Trabant. La segunda corresponde a un puesto de venta de sacos y gorras militares del ejército soviético.