El retorno de nuestro Ajayu. Una victoria de la conciencia del pueblo boliviano

“Volveremos y seremos millones” es la consigna que suena en las calles, en las plazas, en los cabildos, asambleas y en los espacios íntimos de la política. El pueblo desde los profundos recónditos, comunidades, barrios nos desplazamos para celebrar, hemos recuperado la patria, ¡hemos recuperado el ajayu! 

Previo a las elecciones de octubre de 2019 las fuerzas neofascistas de Bolivia articulan el golpe de Estado1, abriendo con esto un nuevo capítulo en la historia política de Bolivia que es escrita con la sangre del pueblo, con la violencia y vulneración de los derechos colectivos y con el retorno del neofascismo al Estado y a la sociedad, configurando otro tiempo político que se caracteriza por un proceso de criminalización, persecución política, proscripción del derecho político y vulneración de los derechos humanos y civiles de la población trayendo el retorno de lo colonial y republicano como garantía para el retorno de sus privilegios y para continuar con el despojo del bien común y del vivir bien.

La consigna del fraude instalada meses previos a las elecciones y la violencia estructurada con el paro cívico de los 21 días eran el preámbulo de una pesadilla que comenzaba para nosotros el pueblo boliviano. Son muchos los sujetos y sujetas involucrados en este momento. Jóvenes, militares, policías, amas de casa, empresarios, e intelectuales y profesores de universidades eran los cómplices del imperio. En estas jornadas nefastas la academia encabezada por Waldo Albarracín y grupos que antes eran afines o habían ejercido cargos, como Solón, eran los que lideraban la oposición y el odio al indio y construían la narrativa en la que el golpismo encontró sus argumentos, en ese momento la academia2 se ponía al servicio del neofascismo y su “intelectualidad” se sumaba a la narrativa colonial que llevaría al país al barranco.

La violencia instalada por el accionar de los grupos cívicos, paramilitares, fuerzas policiales y militares, y una persecución al presidente y líder indígena Evo Morales llevaron a una ruptura del mandato constitucional y a un desconocimiento de la voluntad popular expresada en las elecciones de octubre de 2019 por el golpismo. La autoproclamación de Añez y la puesta de la banda presidencial por los militares consolidarían el significante de este régimen neofascista que desplegaría una estrategia para tomar el control del Tribunal Supremo Electoral3, el Judicial, y desarrollar una estrategia para cerrar la Asamblea Legislativa Plurinacional, para tener el poder institucional en sus manos. En estos once meses, hubo un proceso de sobrejudicialización, persecución a líderes, presos políticos, masacres (Senkata4, Sacaba5), criminalización de líderes sociales y militantes que fueron detenidos por su ideología y vínculos con el presidente Evo Morales. 

Las elecciones previstas para mayo de 2020 no se llevaron a cabo con el argumento de la crisis sanitaria por el Covid-19. La declaratoria de cuarentena y el cierre de fronteras estuvo acompañada de un proceso de militarización del país que facilitó el control del pueblo a base de represión. El pueblo estaba contenido y el Covid-19 estaba sirviendo a las fuerzas golpistas como instrumento para permanecer con el poder. En este escenario, las elecciones estaban cada vez más lejanas y las conquistas del pueblo empezaban a desmoronarse, el hambre, el cierre de las empresas y emprendimientos era un hecho, el país volvía a endeudarse y la cultura política de los pactos había retornado, los cuerpos en la calle, la mercantilización de la salud y la mega corrupción6 a costa de la vida, este régimen necesitaba más muertos para justificar la postergación de las elecciones y su permanencia en el poder. 

Las fechas y condiciones de convocatoria a elecciones que se manejaban desde los partidos empezaban a ser parte de una agenda que el pueblo cuestionaba: se buscaba proscribir al MAS-IPSP ya que con él en la carrera electoral era imposible que el régimen de facto pudiese permanecer en el poder y más aun que gane por la vía democrática. El acuerdo de los actores políticos fijando la fecha de elecciones para el 6 de septiembre fue postergada por el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, quien anunciaría una nueva fecha para el 18 de octubre, decisión que ponía a estos comicios en el marco de la ilegalidad. Esta acción buscaba aislar a la Asamblea y de esta manera, con los tres órganos bajo el control del régimen, mantenerse en el poder. 

La reacción del pueblo fue inminente: en medio de muerte, caos, hambre y violencia, los pueblos y naciones paralizaron el país. Había tomado forma un movimiento insurreccional autoconvocado que, de manera pacífica, paralizó un país cercado por la violencia militar y policial, la crisis sanitaria y la contracción de la economía. Esta acción insurreccional permitió devolver el poder a la asamblea para negociar una salida legal y llevar adelante las elecciones. Se fijó la fecha para el domingo 18 de octubre y el pueblo se declaró en cuarto intermedio.

La noche del 12 de agosto es aprobado por el senado el Proyecto de Ley de elecciones y una vez aprobada la Ley de convocatoria a las elecciones para el 18 de octubre por la autoproclamada, se sucedieron semanas con autoconvocatorias a cabildos, asambleas y a deliberaciones en todos los espacios posibles, la estructura comunitaria y popular estaba alerta y movilizada para derrocar al fascismo.

A la cabeza de Luis Arce y David Choquehuanca se articula la fuerza de los movimientos, pueblos y naciones para recuperar la patria por la vía democrática. Un movimiento que tiene en la memoria a su líder y primer presidente indígena y el dolor en el cuerpo de la violencia colonial.

El domingo 18 de octubre, el pueblo con una memoria corta de lo que fue los trece años del gobierno de Evo Morales, con el dolor de las masacres, la vulneración de los derechos, la proscripción y la humillación de nuestras identidades y sobre el sentir de los once meses de la gestión del neofascismo, asistimos a las urnas, con las reglas nuevamente de una democracia capitalista y burguesa, de un país quebrado y militarizado, y con la solidaridad internacional concretamos la posibilidad histórica de seguir caminando. 

Han asistido a esta jornada observadores electorales internacionales. En esta jornada electoral se tuvo 88% de participación. El día posterior a las elecciones se tuvieron los resultados en boca de urna que daban como ganador al MAS, con una diferencia de más del 20%. Días posteriores, las facciones de ultraderecha llaman a la movilización y desobediencia civil, sin tener el eco para nuevamente parar la historia.

 Los resultados de la jornada electoral del 18 de octubre eran anunciados el 23 de octubre, por el presidente del TSE, proclamando de manera oficial a los candidatos del MASS-IPSP, Luis Arce Catacora como presidente electo y a David Choquehuanca como vicepresidente7, con un caudal de voto de 3.393.801 (55,10%) de bolivianas y bolivianos que en Bolivia y en el mundo votaron con convicción para recuperar la casa común y para continuar con el proyecto de transformación como alternativa de vida. 

El 18 de octubre esos tres millones de bolivianas y bolivianos le hemos dicho al mundo, a los organismos internacionales y a personajes nefastos que han sido artífices del golpe en Bolivia, lo que sostuvimos siempre8.

En noviembre de 2019 hubo un golpe cívico, militar y policial que fue respaldado por organismos como la OEA y ahora nuevamente pedimos justicia.

La renuncia o desvinculación inmediata de Almagro, quien fue el que lideró el golpe de Estado en Bolivia9.

Los resultados de esta jornada electoral10 han estructurado una cartografía política en la que como MAS-IPSP nos encontramos como primera fuerza popular, pero también ha emergido a este campo de manera estructurada el bloque neofascista que, si bien tiene una bancada minoritaria, disputará desde el Oriente y desde una perspectiva regional un proyecto antagónico al proyecto de los pueblos, además constituyéndose en el portavoz de los viejos anhelos de la “Nación camba”. 

La cartografía de las elecciones leída en clave regional evidencia una fuerza del MAS que se sustenta en los nueve departamentos con una representación de 21 asambleístas. Creemos con 4 senadores que provienen del Oriente y Comunidad Ciudadana con 11 asambleístas que provienen sobre todo de la media luna. La Cámara Alta tiene una representación mayoritaria de mujeres y está constituida intergeneracionalmente.

En la Cámara de Diputados de 130 escaños, el MAS-IPSP tiene 73 diputados: la totalidad de las circunscripciones especiales están representados en la fuerza del MAS- IPSP. CC tiene 41 y Creemos, 16. Creemos sustenta su representación en el Oriente en contraste con el MAS que tiene una representación en todo el territorio.

Los pueblos y naciones, sectores populares e intelectuales hemos sido capaces de encauzar una alternativa por la vía pacífica para recuperar el proceso de cambio, pero las condiciones son otras. Se tiene una economía quebrada, un país que ha sido hipotecado y un saqueo de las arcas del Estado, siendo la fuerza de este ciclo la convicción de un pueblo que de manera histórica recuperó el poder para seguir construyendo por la vía democrática.

Notas

1 Morales, Evo (2020). Volveremos y seremos millones. El golpe de Estado, el exilio y la lucha para que Bolivia vuelva a gobernarse. 

2 https://espoiler.sociales.uba.ar/2019/11/16/golpe-de-estado-en-bolivia-debates-pendientes-y-silencios-complices/

3 Con la consigna del Fraude se tomo presos a los Vocales y se impuso la designación de nuevas autorid https://latinta.com.ar/2019/11/bolivia-cronica-de-la-masacre-en-senkata/ades, con esto se tomó el control del Órgano Electoral a la cabeza de Salvador Romero.

4 https://www.pagina12.com.ar/241787-testimonios-reveladores-de-la-masacre-de-senkata

5 https://www.lavaca.org/notas/bolivia-8-muertos-y-115-heridos-por-la-represion-en-sacaba-cochabamba/

6 https://www.telesurtv.net/news/vinculan-gobierno-facto-boliviano-caso-respiradores-20201007-0036.html

7 https://www.youtube.com/watch?v=cH9KnCkeIV

8 https://espoiler.sociales.uba.ar/2019/11/16/la-whipala-y-las-balas-el-golpe-de-estado-y-la-resistencia-de-los-pueblos/

9 https://elgatopolitico.news/2019/11/14/celag-acusa-a-la-oea-de-realizar-un-informe-falso-para-determinar-fraude-en-bolivia/

10 https://computo.oep.org.bo/

Pilar Lizárraga Aranibar

Investigadora JAINA. Miembro del Comité Directivo de CLACSO.